El misterio trinitario en la teología feminista. Reflexiones para una antropología inclusiva
##plugins.themes.bootstrap3.article.main##
Resumen
Este artículo quiere ser un aporte a la encendida discusión actual en torno a la categoría de género. Por una parte, tenemos a una sociedad que ha avanzado en temas de equidad a partir de dicho término y, por otra, la reflexión del magisterio de la Iglesia Católica advierte de los equívocos que se esconden detrás de la ideología de género, toda vez que el ser humano quiere constituirse culturalmente como varón y mujer independiente del llamado original de su Creador. De manera sucinta este escrito ofrece una mirada general sobre la génesis del concepto, su desarrollo intelectual y las consecuencias que ha tenido en la configuración de nuevas políticas para la sociedad occidental del siglo XX y XXI. La teología, cuyo punto de arranque es dialogar con el Dios de Jesucristo en y desde el mundo, ha incorporado el término “genero” en los estudios realizados por la teología feminista. Una herramienta analítica que le ha permitido, por una parte, denunciar una antropología teológica sostenida en la división y discriminación de la relación varón y mujer y, por otra, anunciar, en la misma línea del Concilio Vaticano II,una antropología fundada en el misterio trinitario. Esto significa pensar constantemente al ser humano en clave de individualidad y alteridad. Hemos sido creados por Dios como seres iguales en dignidad y diversos en nuestra identidad. Consecuentemente la discriminación de lo diverso contradice lo querido por Dios para su criatura. Esto exige, sobre todo para los creyentes, trabajar constantemente por la garantía de la dignidad humana y el desarrollo de relaciones marcadas por el respeto, valoración e integración de todos. Para la teología actual y en los acentos propios de la teología feminista, en la trinidad de Dios encontramos el eje que nos permite hablar de relaciones humanas basadas en el reconocimiento de la diversidad, en el compañerismo, mutualidad y comunidad.