El tema de los Derechos Humanos es el tema de los derechos de los excluidos y de los pobres, y la Iglesia tiene que estar al lado de ellos

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Guido Goossens Roell

Resumen

Guido Goossens Roell, conocido cariñosamente como “el hombre de la bicicleta”, nació en la localidad rural de Zoersel, en Bélgica. Es el menor de diez hijos e hijas de una familia cristiana con un fuerte compromiso social con los excluidos. Como seminarista, Guido es enviado a la Universidad de Lovaina a estudiar sociología en un contexto de movilizaciones estudiantiles y luchas sociales que lo llevan a descubrir la dimensión política de la fe. Su mirada se dirigió a la Iglesia de América Latina que en su Conferencia de Medellin de 1968 optó por apoyar a los pueblos que aspiraban a su liberación y una mayor justicia social para las mayorías empobrecidas. Tal movimiento popular ese duramente reprimido por los regímenes militares. Así, en plena dictadura, en marzo de 1974, Guido llega a Chile a la diócesis de Talca para ser ordenado como diácono por el obispo Carlos González el 6 de junio del año 1976. Dos años después, en 1978, viaja a Santiago a terminar sus estudios de teología residiendo en poblaciones de la zona sur de Santiago, lugar en el que conoce más de cerca el dolor y la lucha de agrupaciones de detenidos desaparecidos. En 1981, Guido regresa a Talca a vivir en la población “Brilla el sol” donde trabaja con el sacerdote Juan Ladan. En 1991, con la vuelta a la democracia, comienza un trabajo pastoral en la cárcel, misión que cumple hasta el día de hoy. Junto con otros crean la agrupación “Peregrinos por los Derechos Humanos” que busca inquietar a las nuevas generaciones a incorporarse en la lucha por la verdad, la justicia, la memoria y la no-repetición.


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Sección
Entrevista